Los habitantes de la pequeña localidad de Villavaser, en Pola de Allande, no salen de su asombro. En la noche del jueves al viernes, los ladrones se llevaron las dos campanas de su iglesia, San Cipriano. Los primeros en percartarse de la desaparición fueron los vecinos que residen más cerca de la parroquia que, enseguida, avisaron a la Guardia Civil.
Ya en el lugar, agentes de la Policía Judicial de la Benemérita de Cangas del Narcea procedieron con la inspección ocular y tomaron huellas para abrir una investigación y esclarecer los hechos. Por su parte, el sacerdote encargado de la parroquia hasta que haya un nuevo párroco, Julián de Hoyos González, acudió al cuartel de la Guardia Civil de Pola de Allande, donde interpuso una denuncia por la sustracción.
Según los propios vecinos de Villavaser, «las campanas son muy antiguas», aunque no tienen datos sobre su fecha. «Cuando se inauguró la iglesia hace 30 años, las trasladamos de la iglesia antigua. En ésta, de estructura moderna, las campanas no estaban muy altas».
Así lo asegura también el sacerdote Julián de Hoyos. «Estaban a tres metros del suelo y, al ser de bronce, pesan basante, por lo que yo creo que, como mínimo, debieron de actuar dos personas, y utilizaron un vehículo alto para subirse a él, una furgoneta o una camioneta pequeña. Además, el camino para acceder es pequeño, por lo que no pudieron utilizar un medio de transporte grande». LEER NOTICIA AL COMPLETO.
fuente: http://www.elcomercio.es/
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