miércoles, 30 de marzo de 2011

Los ladrones de la zona cambian las tragaperras por el cobre y dejan a los bares tranquilos

Desde el pasado 1 de enero se ha documentado el robo de, al menos, tres kilómetros y medio de cable de cobre en la Costa da Morte. A una media de entre tres y cinco euros el kilo, este negocio le ha reportado a los delincuentes unos 25.000 euros de beneficios. Unas ganancias mayores y más sencillas de conseguir que las obtenidas hasta el momento mediante el robo de tragaperras y que explican tanto el actual de las sustracciones de metales como el hecho de que no se hayan producido asaltos de consideración en bares desde finales del año pasado.
El beneficio medio de un golpe en un establecimiento público, contando el dinero de la tragaperras y las monedas para el cambio que pudiesen quedar en la registradora, rara vez supera los mil euros. Sumándole el tabaco de la expendedora -una labor más complicada porque hay que buscarle salida en el mercado- la operación puede doblar esa cifra. Para llevarla a cabo es necesaria una vigilancia previa del local para conocer sus debilidades de seguridad y los hábitos de quienes lo regentan, a fin de mejorar las perspectivas de éxito. Después, el día, o más bien la noche, del robo, los delincuentes tienen que actuar con la máxima celeridad, para reventar los cierres, apoderarse del dinero y burlar los tiempos de respuesta de las alarmas, las fuerzas de seguridad y los propios afectados, que pueden reaccionar con agresividad e incluso con armas al ver violadas sus propiedades. Todo para obtener un botín de unos 2.000 euros que después hay que repartir entre una media de tres personas.
En cambio, las líneas telefónicas o el tendido eléctrico de los alumbrados no se encuentran necesariamente en zonas muy habitadas con vecinos que puedan avisar a la Guardia Civil y sus propietarios, salvo extrañas coincidencias, tampoco residen junto a los postes que sujetan la línea. Existen sistemas de alerta, que le indican a las compañías los fallos en las líneas, pero la respuesta no es inmediata y las fuerzas de seguridad tampoco actúan con la misma premura que ante un asalto en un bar o una vivienda. En consecuencia, los delincuentes ... LEE NOTICIA COMPLETA.

No hay comentarios: